que mueven mis piernas hacia el mundo...
y me atrevo a rodear la tierra,
Me agarro a tu nombre con las letras
que vuelven loco mi abecedario
¡me aferro a entregarte esta vida!
que pasa... sin darnos cuenta.
Me contagio con tu risa
¡bendito ruido de la vida!
que agita sin parar tus cosquillas
con la hormiguita de mis dedos
trepando en tu barriga...
Me pones morritos...
y te llenas de enfados bonitos
¡ baila... baila el corazón contigo!
mientras mis problemas...
se hunden al olvido.
Y aprendes, aprendes, aprendes
me enseñas , enseñas... enseñas
¡te inventas mil travesuras!
me haces la paz, también ... la guerra.
Te crecen en la mano los años
juegas, gritas... te inventas...
mientras...
en mi corazón pierdo la cuenta...
de todo lo que te amo
© TQ
Guaaauuu....pero que bonita! cuantos recuerdos me has traído , y tienes razón hay que disfrutarlo , el tiempo pasa demasiado deprisa! nos hacemos mayores y ellos también,..
ResponderEliminarLa recompensa, es que esos momentos no se borran jamás. Me ha gustado muchísimo gracias José por tan bello y tierno poema. Un abrazo grande.
¡que bonito, me emocione! Creo que cada padre siente que su mejor tesoro es su hijo y no se puede medir el amor que le lleva.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy bonito Jose! Y tienes razón el tiempo pasa muy deprisa, disfruta ahora todo lo que puedas, que en un suspiro se hacen mayores...
ResponderEliminarUn abrazo!
Que belleza !!! La entrega del amor a un hijo con el alma y el corazón.
ResponderEliminarBesos