
de amarillo y canela
el cuerpo de las palabras
y desnudas las estrellas.
He buscado el dulce ponche
tras un ramo de flores
y he encontrado la cidra
divirtiéndose en una esquina
con mi vida y con la tuya,
robando palomas a la luna
haciendo sueños de pintura
hacia un valle de amargura.
He visto mi corazón
encerrado y quemado
de ascua hirviendo en voz
loco, triste y enamorado.
© TQ 30/08/00